El coleccionismo artístico de los comerciantes flamencos en la Sevilla de la segunda mitad del siglo XVII. Diego Maestre, Miguel de Usarte y su entorno.

Miguel Ángel Cerquera Hurtado

Premio Trabajo Fin de Máster 2019

Prólogo

Siempre resulta grato, y bastante arriesgado, el abrir un libro de investigación histórico-artística con una brevísima reseña que pretenda arañar su contenido y quizás atraer al lector. Cuanto más si su autor es un discípulo y actual doctorando, y se ha dirigido el texto en cuestión en el curso de su formación universitaria predoctoral.

Este es el caso de D. Miguel Ángel Cerquera Hurtado, que obtuvo brillantemente el Grado de Historia del Arte en la Universidad de Sevilla entre 2013 y 2017, y el Máster en Patrimonio Artístico Andaluz y su Proyección Iberoamericana, igualmente en la Hispalen- se, entre 2017 y 2018. Además, en el Dpto. de Ha del Arte fue ese último año Alumno inter- no, y actualmente es Asistente honorario. El trabajo que aquí se presenta, su TFM, que se publica por ser premiado por el Comité Español de Historia del Arte es, además, el núcleo inicial de la investigación doctoral que, bajo mi dirección, le llevará a la defensa de su Tesis Doctoral, culminando con ello su formación universitaria. Y no es su primera publicación, pues ya cuenta en su haber con dos capítulos de libro, otros tantos en actas de congresos, y un artículo en revista de investigación. Por ello, por mérito propio, ya forma parte del grupo que coordino, HUM-171 Centro de Investigación de la Historia de la Arquitectura y el Patrimonio Artístico Andaluz.

En ésta, su primera monografía, aborda el contexto social del mecenazgo artístico sevi- llano de la segunda mitad del siglo XVII, utilizando como vehículo de aproximación el de los influyentes comerciantes flamencos asentados en la metrópolis, con lo que enlaza con su interés inicial por el entorno de amigos y protectores de Bartolomé Esteban Murillo y su vinculación con la comunidad capuchina. La complejidad del tema a estudiar, la figura del coleccionista, promotor y mecenas artístico flamenco que, de entrada, resultaba novedosa, aunque se restrinja a ese sector de la sociedad hispalense, y las limitaciones formales de es- pacio impuestas por la normativa de un Trabajo Fin de Máster, le determinaron a centrarse en dos figuras claves del momento, Diego Maestre Aernoust y Miguel de Usarte. Con unos objetivos muy claros, y siguiendo una pulcra metodología de investigación, que primero le llevó a una puesta al día de lo publicado, permitiéndole un completísimo estado de la cuestión, el lógico devenir del verdadero historiador le condujo a la siempre dura búsqueda de fuentes primarias inéditas en diferentes archivos. Y quiero destacar ese punto, pues resultaron exhaustivos y fructíferos los logros alcanzados, determinando que su trabajo fuese innovador, al aportar una nueva visión del entorno murillesco, la de sus promotores flamencos. Con su metódica investigación en la sección de Protocolos Notariales del Ar- chivo Histórico Provincial de Sevilla, que completó en el General de Indias, y en diferentes archivos religiosos, como el Histórico Provincial de los Capuchinos de Andalucía, el de la Hermandad de la Santa Caridad, y los parroquiales de San Isidoro y del Sagrario, fue des- granando los puntos esenciales de las biografías de ambos individuos, desvelando no sólo el contexto familiar de matrimonios y descendencia, sino las complejas relaciones laborales y de amistad que les permitieron alcanzar el potencial económico necesario para ejercer el mecenazgo artístico y sus relaciones con el mundo del arte. El análisis de la documentación de los edificios e inventarios de las obras de arte que poseyeron permitió al autor calibrar el gusto artístico del que estos mecenas flamencos hicieron gala, y la relación que tuvieron con los artistas del momento. Con ese bagaje de información ya estaba en condiciones de entresacar cómo pudieron influir en las artes sevillanas del momento.

Para concluir estas breves líneas, quiero manifestar que con esta obra su autor nos introduce de lleno en la sociedad sevillana y andaluza de la segunda mitad del siglo XVII, abriendo una ventana al conocimiento estético y del patronazgo artístico barroco que tendrá continuidad en su línea de investigación, y que nos permitirá, en un futuro, entender mejor la personalidad de la arquitectura, la escultura y la pintura hispana de esos momentos.

Fernando Cruz Isidoro

Profesor Titular de Historia del Arte
Universidad de Sevilla