Culto eucarístico y cofradías sacramentales en la Córdoba del siglo XVIII: La capilla del Sagrario de la Parroquia de San Miguel.

Miguel Ángel Nieto Márquez

Premio Trabajo Fin de Máster 2020

Presentación

El culto eucarístico vivió un notable crecimiento en toda Andalucía durante los siglos del Barroco, siendo testimonio de ello majestuosas y sorprendentes capillas dedicadas a conservar y exponer al Santísimo Sacramento. En estos recintos se suma la variedad y riqueza del mobiliario litúrgico a una sabia combinación de formas y elementos, recurriéndose a juegos ilusorios, a formulaciones escenográficas y teatrales para lograr anonadar al fiel, acercarlo a los misterios de la fe y trasladarlo al mundo trascendente. Son extraordinarios ejemplos de estos fascinantes espacios sacramentales los construidos como organismos centralizados y autónomos en las iglesias de san Pedro de Carmona, de Santiago de Écija, de la Asunción de Priego de Córdoba y de san Mateo de Lucena. Su rotunda monumentalidad, indescriptible riqueza e impacto visual han centrado la atención de los investigadores interesados en descifrar los mecanismos de persuasión utilizados en los ambientes religiosos dentro de la cultura del Barroco. Esto ha llevado a marginar otros espacios más sencillos, pero en los que se reitera el mismo mensaje, la necesidad de creer en la presencia real de Cristo en el Sacramento, como única fuente de salvación. Este era el caso de la capilla sacramental de la parroquia cordobesa de San Miguel, cuyos valores artísticos e iconográficos habían pasado casi desapercibidos. Ahora, gracias al riguroso estudio realizado por Miguel Ángel Nieto Márquez, es posible conocer las características y vicisitudes históricas de su construcción, así como su acervo artístico.

Para llevarlo a cabo no se ha limitado a recoger cuanto previamente se había escrito sobre el recinto, sino que también ha pasado muchas jornadas revisando los fondos documentales de distintos archivos. Esto le ha permito realizar importantes hallazgos que renuevan sustancialmente el conocimiento sobre la capilla, cuya historia y análisis ha entroncado con la evolución y desarrollo del culto eucarístico, especialmente en la ciudad de Córdoba. Al respecto ofrece una revisión de las principales capillas sacramentales de la provincia, atendiendo no solo a los ejemplos más difundidos, sino también a las existentes en los templos de la capital, menos valoradas.

El estudio comienza con los orígenes de la cofradía del Santísimo Sacramento de la parroquia de san Miguel, analizando lo que se conoce de sus constituciones y reglas, ofreciendo un resumen de sus cuentas durante varios años del Setecientos y tratando de sus propiedades urbanas, cuyo arrendamiento constituía su principal fuente de financiación. Continúa con referencias a la primitiva capilla, aportando los nombres de los maestros responsables de las obras y resaltando como principal pieza artística el cuadro de la Última Cena, pintado por José Ruiz de Sarabia, que se conserva en la sede actual.

La edificación de la nueva capilla tuvo lugar en un colateral del presbiterio, donde se ubicaba la de san Antonio, concluyéndose en 1761. Además de recoger su proceso constructivo y de desvelar los nombres de los maestros encargados de los trabajos, Nieto Márquez presta especial atención a la ornamentación del recinto mediante pinturas murales y yeserías. También ofrece datos sobre la renovación del mobiliario, como la construcción del nuevo retablo mayor, obra de Simón de León, asimismo autor de las restantes piezas de madera y de las yeserías con rocallas que decoran los muros. Importante contribución a la escultura barroca andaluza ha sido constatar la presencia en la capilla de imágenes de Alonso Gómez de Sandoval, Clemente de Lara y Lorenzo Cano. Respecto al conjunto de pinturas que enriquecen el recinto ha documentado obras de Pedro Ruiz Moreno y Diego Monroy, aunque la principal novedad ha sido identificar a Francisco Agustín, académico y pintor de cámara del rey, como el autor del lienzo de la Piedad, que remata el retablo.

En resumen, se trata de un concienzudo trabajo que ofrece aportaciones relevantes para clarificar la historia de la capilla sacramental de la iglesia de san Miguel y la de su patrimonio artístico. El estudio no solo ofrece puntual información sobre un importante con- junto patrimonial a los interesados por el arte cordobés, sino que también es una valiosa referencia para los feligreses de la parroquia, convirtiéndose en el instrumento adecuado para tomar conciencia de sus valores y de la necesidad de contribuir a su conservación futura.

Alfredo J. Morales