Religión e ideología artística. La visión del catolicismo en las exposiciones nacionales de Bellas Artes (1924-1936)
Vega Torres Sastrús
Premio Trabajo Fin de Máster 2020
Prólogo
Siempre es motivo de satisfacción presentar los resultados del trabajo realizado por estudiantes en cuya formación se ha colaborado o, al menos, se ha intentado no estorbar. Como tutores de Vega Torres Sastrús, hemos asistido a su iniciación en las tareas investiga- doras, con resultados tan apreciables como los que podrán leerse a continuación.
Esta investigación presenta, en nuestra opinión, varios elementos de gran interés. Por ejemplo, incorpora algunos campos a los que la historiografía del arte contemporáneo no suele prestar atención. El primero de ellos es el arte religioso, que si bien no dejó nunca de producirse, fue relegado por muchos artistas modernos en el siglo XX, por considerarse un tipo de arte que no iba acorde con los nuevos tiempos. Así, los movimientos más relevan- tes de vanguardia rechazaron abiertamente la religión y manifestaron frecuentemente un pensamiento anticlerical, a veces incluso próximo al nihilismo. En España la situación fue parcialmente diferente; en un país en el que la que la defensa del catolicismo había configurado la identidad nacional desde la Edad Moderna, la secularización predominante en la modernidad occidental tuvo un desarrollo más lento.
El marco cronológico de este estudio coincide con la dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República, dos periodos muy diferentes y con cambios constantes en la política religiosa. Si el régimen de Primo de Rivera defendía los valores católicos, el primer gobierno de la república favoreció el anticlericalismo; el segundo, trató de recuperar la importancia de la religión en un marco constitucional progresista; mientras que el tercero volvió a rea- lizar cambios en favor de la laicidad.
En ese contexto de efervescencia política y religiosa, las exposiciones nacionales de Bellas Artes constituyen un segundo elemento recuperado por este trabajo. Si bien en los últimos años estos certámenes han adquirido un mayor peso en la historiografía artística, siempre han sido concebidos como plataformas de un arte excesivamente tradicional e incoherente con las tendencias del siglo XX. Este estudio parte de otros recientes, como los de Lola Caparrós Masegosa, pero presta especial atención a la vertiente social de los certámenes, analizando las relaciones entre los miembros del jurado y las obras premiadas, la opinión del público y de la crítica de arte, el valor otorgado a los viejos y nuevos estilos y la relación entre los temas representados y el contexto histórico, todo ello a partir de las obras de carácter religioso. Las exposiciones nacionales pueden entenderse como plataformas de cristalización de la ideología dominante y los gustos de las élites que ostentaban el poder. Esta es la perspectiva aquí adoptada, hilvanando política, religión, jurados, artistas y premios en un contexto en el que la religión constituía un elemento presente y discutido en la vida social y cultural del momento.
Estamos seguros de que los ulteriores desarrollos de su investigación confirmarán la solidez de sus hipótesis y líneas de trabajo, que a su vez pueden abrir nuevas miradas sobre el arte de la modernidad en España. La capacidad de trabajo de la autora y su pericia interpretativa bien permiten augurarlo
Luis Arciniega García
Jorge Sebatián Lozano
Departamento de Historia del Arte
Universitat de València